11 septiembre 2008

¿Por qué no?

La escuela que tenemos no es perfecta, claro, pero tampoco está mal. Todavía recuerdo hace años lo mal que estaban las cosas. Todo el mundo se quejaba porque la enseñanza no se había puesto al día. Las cosas empezaron a ir mejor a partir del 2015, cuando se creó el ADIE, el Administrador de Infraestructuras Educativas, el órgano dependiente del Ministerio de Educación que se encarga de la construcción, mantenimiento y gestión de toda la infraestructura educativa pública. Esto sólo fue posible cuando los partidos políticos decidieron dejar la educación fuera de sus trifulcas electorales. Se había creado también un comité de expertos (formado por profesores, padres, pedagogos y otros agentes sociales) que estableció un plan de acción a largo plazo que marcaría las bases de las leyes educativas con independencia del color político que gobernase.
El ADIE se ocupó de forjar una red pública de centros multifuncionales. A los centros concertados se les ofreció la posibilidad de incorporarse a la red pública en régimen de concesión, siempre que suscribiesen los principios educativos de la educación pública (laica y no discriminatoria). Los centros educativos, además de la actividad formativa que les está asignada (Infantil, Primaria, Secundaria, etc.), ofrecen servicios socio-educativos, como escuelas matutinas y vespertinas, escuela de padres, academia de repaso, actividades deportivas y culturales. Todo esto se consiguió mediante la concesión de determinados servicios y espacios a empresas privadas que podían disponer de estos equipamientos públicos (al igual que ocurre con estaciones de tren o aeropuertos). Por supuesto, todo ello exigía la creación de nuevos empleos, pues los centros educativos no podían estar a cargo exclusivamente del director o del conserje; un gerente administra ahora el personal y asegura que todo funciona como es debido. Esto ha permitido que los docentes se liberen de conflictos de personal y se puedan dedicar a su oficio formativo.
Hoy, un estudiante dispone de un centro educativo en el que puede pasar todo el día, desde las 7 de la mañana a las 10 de la noche. Hay servicio de restaurante y bar; tiene posibilidad de quedarse a clases de refuerzo por la tarde, con personal especializado; puede participar en actividades deportivas o utilizar la biblioteca escolar sin límite de tiempo. Y, lo mejor de todo, sabe que eso no cambiará ni cuando pase de curso ni cuando mude su domicilio, pues el Ministerio de Educación ha establecido unos estándares de calidad (equipamientos, servicios, enseñanzas mínimas, sueldos de los empleados, etc.) comunes para todo el territorio nacional, independientemente de los gobiernos autónomos.
En cuanto a los libros de texto, ya sabéis que desaparecieron definitivamente en el 2020, cuando todos los alumnos llevaban ya su ordenador personal en el que encontraban todo lo que tenían que aprender, eso sí, con ayuda de sus modernos profesores.
Crédito de la imagen: www.flickr.com/photos/8107002@N03/1050167155

26 comentarios:

Fina dijo...

Ya veo que tú también te ves en el2050!.

A ver qué opina Lu i cia.?

Saludos.

Lourdes Domenech dijo...

Tu mirada prospectiva es muy borgiana.
Soñemos juntos en un futuro como el que describes y, mientras, trabajemos para que esa escuela exista.

¿2010? ¿2020?... Allí estaremos, construyendo nuevos retos y soñando en verlos cumplidos.

Anónimo dijo...

Hace poco tiempo este texto sería como cuando J. Verne, publicaba sus 20000 leguas, ciencia ficción. Hoy, debería ser una "hoja de ruta" de lo que en breve será el sistema educativo de un país moderno que de una vez es consciente de lo que es verdaderamente importante.
Salud y suerte.

Marian dijo...

¡Antonio for president! (O para ministro de Educación)

Domingo Méndez dijo...

Estupendas reflexiones Antonio.Hay que mirar hacia adelante con esa claridad de ideas aunque el camino esté por hacer. pero simpre hay un principio para todo.

Anónimo dijo...

Es cierto que las cosas empezaron a ir mejor a partir del 2015 pero falta un dato importante, el 12 de Septiembre de 2008 de forma totalmente casual un asesor de la Ministra de Educación que entonces reinaba una tal M. Cabrera que paso por el gobierno con más pena que gloria leyo un artículo de un tal Antonio Solano en el conocido blog "Repaso de Lengua.
Te deseo un Feliz Curso, sigo aprendiendo de ti.

Héctor Monteagudo Ballesteros dijo...

Ojalá fuera cierto para el 2015 ó el 2020. Lo que me parece más difícil es el punto de partida, el acuerdo político, pues todo proyecto educativo siempre se ha interpretado, desde la oposición o el gobierno, como una medida para imponer cierta ideología.
Por otra parte, me pregunto cómo serán los alumnos de ese futuro cercano y hasta qué punto aprovecharían estas medidas.
De todas formas, soñar es gratis, dicen algunos, y lo que has descrito es un bonito sueño que podría convertirse en realidad con el esfuerzo de todos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Bueno, Antonio, no está mal, nada mal tu propuesta. Es la tendencia ¿no? Y a pesar de los comentarios anteriores, leo tu entrada cargada de ironía.

Sin embargo, lejos de esa visión de la escuela como eje del universo educativo, prefiero apostar por algo mucho más revolucionario, que nos haría retroder en el tiempo, para avanzar. Devolver los espacios públicos a los niños y niñas, y las calles, en la línea que propone Tonucci y su "ciudad de los niños". Incorporar a la infancia a la vida de los adultos.

Quiero ver bebés, niños pequeños y adolescentes en los museos, en los teatros, en el cine, en las salas de concierto y en los restaurantes más selectos, en los polideportivos, en las bibliotecas públicas y en las calles. Y también en sus casas, con sus familias. Y en los lugares de trabajo de sus familias, por qué no. Pero próximos a ellas.

Estoy harta de piscinas de bolas, de parques infantiles, de teatro para niños, de campamentos infantiles y de granjas-escuela. Un mundo irreal confeccionado para la infancia, a medida. Niños/as y objetos y actividades clasificados por edades. Literatura infantil, cine para adolescentes,...

La escuela no debería ser el único espacio de educación. Ni la educación entre pares la única posible. Somos seres sociales y necesitamos interactuar con numerosas y variadas personas de nuestro entorno para aprender. Lo malo es que, hoy en día, nuestro entorno inmediato, nuestro grupo primario, la familia, desaparece o se reduce su presencia a un par de horas al día, la familia extensa no existe, los amigos del barrio viven encerrados en sus casas-fortaleza y hay que pedir cita para verse, y el panadero de la esquina donde comprábamos caramelos y canicas, cerró hace 30 años y ahora tenermos que ir al centro comercial y en coche. Allí donde ensayábamos nuestras primeras relaciones comerciales, aprendíamos a contar el dinero, a negociar e intercambiar cromos, a pelearnos y reconciliarnos sin adultos que mediaran, a relacionarnos con los vecinos,... todo ha desaparecido.

Y no des ideas sobre aparcamientos para niños/as de 7:00 a 22:00, que lo mismo nos apuntamos algunos padres y madres. ¿Qué tal un campamento de veranos hasta los 18 años (para recogerlos cumplidos los 18, quiero decir)? Todo sea en pro de la educación.

Muy interesante el post, sí. La polémica está servida ;-)

Saludos

Toni Solano dijo...

Gracias a todos por los comentarios. Como respuesta a chelucana diré que (esta vez) no había ironía. Es cierto que esta utopía da cierto repelús si pensamos en esos centros como guetos con alambre de espino; habría que diseñar una arquitectura abierta e integrada en la ciudad (¿por qué no barrios educativos?).
Creo que es una alternativa posible a mi verdadera idea de futuro, mucho más inabordable: jornadas laborales de 30 horas y sueldos para quienes se ocupan del hogar y de la educación de sus hijos; así no sentiríamos esa brecha entre el trabajo y la familia. Y podríamos ir todos juntos al museo, al cine o a donde fuese preciso.

Joselu dijo...

No sé por qué pero me parece que el futuro deseable (utópico) sería aquel en que los seres humanos vivieran reconciliados con el conocimiento, con la cultura, en que todos fueramos creadores y artistas, un mundo en que existiera la solidaridad y la generosidad no fuera sólo una obligación del estado... Sí, pero tengo la impresión de que todo esto tiene más que ver con un mundo de estructura tradicional, de valores estables en una sociedad bien organizada. Conocí en Bali (Indonesia) un mundo aparentemente feliz en que los niños iban felices a la escuela, en que había docenas y docenas de fiestas a lo largo del año que celebraban toda la familia y todo el pueblo, un mundo en que la mayoría de la población eran artistas (pintores, actores, bailarines, escultores...). Allí ambientó Aldous Huxley su utopía La isla, contrapunto de Un mundo feliz. Desgraciadamente el mundo hacia el que caminamos no es de estructura tradicional, es un mundo complejo y múltiple en que la gente percibe a los demás como amenaza, en el que la tecnología es un instrumento de comunicación pero también de aislamiento, un mundo donde la televisión difunde los modelos más bobos de comportamiento... La escuela está en la encrucijada de un mundo tecnocrático y crecientemente bobo. Entiendo más la posición utópica de Chelucana en que da el protagonismo a la sociedad toda como formadora de los jóvenes. La escuela tal como hoy la veo es un paisaje duro y en muchos sentidos violento en el que cuesta mucho difundir el amor al conocimiento. Hay ejemplos estimulantes pero no veo que sea el ambiente para pasar desde las siete de la mañana a las diez de la noche. El futuro de la escuela pública es complicado en un mundo tan complicado como el que vivimos. Es su reflejo. Antonio, el mundo con jornadas de treinta horas y salarios para los padres que se dedicaran a la educación de los hijos no es el futuro que se presiente, y menos en una época de crisis económica y creciente desigualdad mundial. Sería un mundo idílico en un planeta en que hubiera justicia y todo el mundo viviera bien, pero esto no es así. Dista mucho de la realidad. Reconozco que como sueño es hermoso. Perdonad por la extensión del comentario.

Jesús dijo...

Comencemos, pues, el curso con el impulso de la utopía (o de la ironía)..., pero sin que nuestro desconcierto actual nos haga caer en desencantos apocalipticos o engañosas nostalgias.
Puede que nuestra maltrecha escuela nos parezca poco; sin embargo, cuánto es contemplado desde la perspectiva del tiempo.

Por cierto, que antídoto contra desencantos y nostalgias este espacio de deliberación y construcción cooperativa que es (Re)paso de Lengua.

Un saludo.
(Comienza para mí también el curso).

Sandro García dijo...

interesante

saludos,
Iberestudios
cursos y masters

xhandra dijo...

La verdad es que es una sorprendente visión de futuro, aunque extraordinariamente la podamos pensar muchos actualmente. Si se puede imaginar, se puede hacer no?, yo sinceramente espero que no tenga que llegar el 2020 para que desaparezcan los libros de texto. Creo que es hora de convertirlos todos a DVD y que simplemente se carguen en el aula. Eso puede ser ya HOY.

Un saludo, y gran entrada!

Pedro Villarrubia dijo...

¡Miedo me das, Toni!
Pásate por Canarias y seguro te nombrarán Vice-algo, porque aquí las grandes medidas educativas de este curso son la apertura temprana y las actividades de tarde.

¿Por qué no centros-VIP, abiertos las 24 horas? ¿O hasta los 18 años, como dice Chelucana?

Me viene a la cabeza el eslogan que creo haber leído en Amnistía Internacional: "Trabajamos para no tener que existir".

Me gustaría trabajar para que los centros educativos, tal y como los conocemos, no existiesen. Pero evidentemente, tu modelo no me gusta.

Yo también estoy con Tonucci: la ciudad para los niños, los parques, los paseos, las playas.

Y contigo también. Menos horas de trabajo, tal y como lo conocemos, claro. Muchas más horas de familia, Arte, aprendizaje, trabajo personal, diálogo y ejercicio.

Puestos a utopías y des-utopías, centros sociales, no sólo educativos, donde niños, ancianos, familias, puedan relacionarse más allá de bares y cines industriales.

Saludos, mis mejores deseos, y gracias por animar septiembre, Toni.

Anónimo dijo...

¿Utopías? ¿Desencantos? ¿Nostalgias? Je,je,je. ¡Pues sí que me he explicado bien! Hablaba de realidades.

La propuesta de Antonio es lo más parecido que conozco a las "Escuelas Abiertas", eso sí, bien hecho y gestionado por entidades privadas en lugar de Ayuntamientos. Las Escuelas Infantiles y Guarderías ofrecen horarios de 7:00 a 19:00 que, por desgracia, muchos bebés se ven obligados a cumplir. Los colegios prolongan sus horarios para adaptarse a las nuevas demandas, con los desayunos de la mañana, las extraescolares y la merienda de la tarde. Los políticos nos ofrecen medidas de conciliación que pasan por garantizar plazas de guardería a todos los niños. La prensa, amparada por la opinión de los expertos, se hace eco de esta demanda social y hablan de la necesidad de "adaptarnos" y de que los recintos escolares no pueden "desentenderse" (¡!) de los niños cerrando sus puertas a las 17:00 horas.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Solos/casa/despues/cole/elpepusoc/20080912elpepisoc_3/Tes

Otros hablan del perjuicio de las largas vacaciones estivales y proponen que los colegios estén abiertos 12 horas, 12 meses.

http://www.cincodias.com/articulo/Sentidos/sobreocupacion/padres/contagia/calendario/escolar/cdscdi/20080912cdscdicst_1/Tes/

Yo a esto le llamo caminar hacia adelante para retroceder.

¿Deben los gobiernos ofrecer políticas de conciliación? Sí. ¿Estas medidas deben pasar por cargar la responsabilidad de la "custodia" de los escolares a los centros educativos? Pues, sinceramente, no. ¿Sería interesante hacer de la escuela algo más que un centro educativo? Por supuesto. Pero con y para las familias

Yo ando hacia adelante, sí. Pero por un camino divergente. Creo que la responsabilidad de la educación de los niños y niñas recae principalmente en sus familias (una obviedad que parece estemos olvidando) e incrementar el tiempo con las familias es lo que el Estado debe garantizar.

El proyecto de la "ciudad de los niños" de Tonucci no es una idea nostálgica, es una realidad presente en un montón de ciudades de Hispanoamérica y Europa (incluído nuestro país) que está funcionando.

La propuesta legislativa popular para ampliar la baja maternal de 16 semanas a 26, es una iniciativa que muchas personas hemos apoyado. Una cifra ridícula si la comparamos con las 64 de Suecia, por ejemplo, las 52 de Noruega, 50 de Dinamarca o 44 de Finlandia. Paises en donde las políticas sobre la mujer, la infancia o educación están mucho más avanzadas que aquí.

En algunas empresas, conscientes de que dilatar la jornada laboral no supone una mejora en el rendimiento, los responsables de RRHH obligan a los empleados a abandonar sus puestos de trabajo una vez cumplida aquella.

https://www.blogger.com/comment.g?blogID=28802523&postID=3100507412860565447&pli=1

El dinero que el Estado debería invertir en tu proyecto (o en guarderías o en habilitar otros espacios "educativos"), Antonio, prefiero que lo ceda a las madres, padres, abuelos y familias que cuidan de los bebés y niños pequeños hasta que tengan edad de escolarizarse o hasta que sus familias quieran. O en favorecer y permitir que se cumplan las excedencias, promover las jornadas intensivas de trabajo, reducidas o medias jornadas,... Sin que nadie tenga la sensación de perder ningún tren, ni la posibilidad de progresar en su trayectoria profesional. Curiosamente, también en los países nórdicos, con horarios más flexibles y jornadas reducidas habituales, las mujeres ocupan un lugar más activo en la vida pública, social y política que en nuestro país.

En fin, para no seguir enrollándome, lo que quiero decir es que educar no es como montar en bicicleta, y si no ejercemos, nos olvidamos. Si seguimos delegando la educación de nuestros hijos e hijas en "expertos", acabamos dependiendo de ellos, perdemos práctica y terminaremos encontrándonos en casa con alguien que nos resulta tan extraño como ajeno.

http://www.e-faro.info/Imagenes/CHISTES/WChmes02/Acudits2007/070729.padre.gilipollas.jpg

!Ya! ¡Acabé! :))

Toni Solano dijo...

Si llego a saber el debate que se cierne sobre esta nota, la hubiese trasladado a la red "Internet en el aula". Veo a los comentaristas polarizados entre un idealismo pragmático y uno utópico. Que existan centros que abarquen todo el día no quiere decir que los padres tengan que dejar a sus hijos en ellos todo el tiempo. No nos engañemos, pues (como dice el chiste que mandó chelucana) hay padres "idiotas" que han perdido el sentido de lo que significa ejercer la paternidad/maternidad. Siempre hay quien renuncia a mejorar sueldo o posición si ello implica desatender a la familia, pero de igual modo, hay quien solo busca excusas para escurrir el bulto. Si el sistema no se hace cargo de ello, ya veis lo que ocurre: abuelos estresados, niños que ya no saben con quién viven, etc.
Claro que me gusta más el modelo "un mundo feliz". Si el trabajo doméstico (con la parte de asistencia a los hijos que le corresponde) estuviese remunerado, muchos padres/madres quizá renunciarían a empleos miserables y se ocuparían de sus hijos. No es fácil saberlo a ciencia cierta, pero mejor que lo que tenemos ahora podría ser.
Y creo que esta idea de centros educativos multifuncionales tendría que estudiarse para el diseño urbanístico del futuro. ¿No es posible crear campus educativos en cada barrio de nueva creación? algo similar a las universidades, edificios para colegios, institutos, polideportivos, academias, biblioteca, etc. rodeados de jardines y parques y, por supuesto, sin vallas.
A mí no me da ningún miedo.

Pedro Villarrubia dijo...

>¡Hombre, así tampoco me da miedo alguno,Toni!

Me quedo con tus últimas propuestas: campus educativos en los barrios, jardines, sin vallas... trabajo de asistencia remunerado... ¡así sí!

Pero reconoce que si, invocando el pragmatismo vigente, mirando el bolsillo, abaratando costes, terminamos por tener un "TeleNiños" de escolares encerrados en aulas o entre vallas, durante las horas que sus padres se parten la espalda en los supermercados, pues entonces, no. (Por no hablar de las diferencias sociales y materiales que seguro existirían entre los distintos "cole-campus", según los barrios y comunidades).

Así que, sí a tu propuesta, pero según y cómo.

Saludos y feliz domingo

(Y si no quieres debate aquí, nos lo dices, porque yo ya te he contestado en IA, pero no sé, me apetecía también pasar por aquí, ;-D)

YOFFY dijo...

Pues yo para esas fechas estaré viajando por el mundo poque me habrá tocado la lotería y se habrá terminado la crisis, habré acabado de pagar la hipoteca y descansaré tranquila viendo lo bien que va la educación...
Mientras tanto, mañana iré a trabajar, día 15, el primer día.

Vicente Torres dijo...

Me parece un plan sensacional. Pero luego habría que ver cómo lo interpretaban los interesados, alumnos, padres, profesores y políticos del área de educación.

Anónimo dijo...

Cuando despertó, el instituto ya no estaba allí...
¡Feliz utopía!

Ana dijo...

y cuando despertaste...¿qué pasó?

Anónimo dijo...

Interesantes reflexiones la de todos.
Difícil conciliar la vida laboral con la familiar. Es la era de los "hijos horizontales", pues cuando llegas de trabajar sólo los ves acostados, en algunos casos.

¿Utopia? Tienen que cambiar mucho las cosas en este país...

Algún día...

Saludos,

Anónimo dijo...

Toni,
Empecemos por crear un pequeño Grupo Armado de Palabras (GAP) y peleemos a brazo partido cada minuto en clase y fuera de ella. No vaya a ser que la Revolución con la que nos haces soñar sea sofocada una vez más por la inoperancia de los políticos y el escepticismo de sus contrarios. Ya sabes que cuentas conmigo.

María José Reina dijo...

¡Ay! Por un momento (no había visto la fecha futurista) he creído que os habían echado de vuestro cuartel tan acogedor y con tanta solera para ubicaros en un centro de diseño tan frío y tan de Ikea como el de la foto ... ¿quién lo quiere?

Adela dijo...

Antonio, soy Adela una de las bloggeando y me gustaría referenciar tu artículo en la página de unas jornadas que se están organizando en el País Vasco.
Te pongo la dirección http://www.heziberri.net/
Iría en el apartado blog corporativo.Espero tu respuesta y gracias por tu reflexión ,esperemos que los sueños no sean sueños.

Toni Solano dijo...

Adela: Tienes mi permiso, por supuesto.
Un saludo y gracias a todos los comentaristas.